El Recepcionista

El Recepcionista, 2006, (prototype for amiability in the era of mass tourism), interactive installation,1,20mx1,20mx 1,70m, mixed media, electronic.

http://www.subtours.com/cms/node/12

The era of mass tourism changed significantly the way to welcome a visitor. Today tourists are received with nearly infinite announcements of “Welcome”, “Bienvenido” or “Willkommen”, printed on posters, busses, shop windows and in local magazines. This developed “Welcome-machine” is a prototype that can be used as a receptionist in airport lounges, hotels or commercial centres to assure the often promoted amiability of the hosts.  El recepcionista (Prototipo de amabilidad en la era del turismo de masas) Dar la bienvenida es un acto consciente y significativo. La invitación abre al visitante los espacios más íntimos y los lugares más privados. El anfitrión funciona como mecanismo de conexión entre el turista y el nuevo lugar a ser explorado, es la cara, la primera impresión de aquello que será observado. Con la llegada del turismo de masas este gesto- la bienvenida-  ha perdido su relevancia y se ha convertido en un automatismo trivial. Ya sea:  “Welcome”, “Willkommen” o “Benvenuti”, la bienvenida se declara en los diferentes idiomas con el uso de un sinfín de soportes del territorio de lo turístico. Autobuses, fachadas de Centro Comerciales, recepciones de hoteles,  aeropuertos, folletos informativos y muchos otros medios diferentes abordan  estos lemas superficiales. La industria turística ha creado estas imágenes generando un estereotipo de cortesía para mejorar sus ganancias económicas. Los gobiernos por su parte, apoyan estas estrategias, intentando convertir a sus ciudadanos en fieles representantes de un territorio idílico de amabilidad. La instalación “el recepcionista”  pretende ofrecer una visión irónica del deber del lugareño por  mantener una cara sonriente. Controlado por un poderoso y anónimo centro electrónico, la obra “el recepcionista”  levanta sus manos para responder de forma automática a la presencia física de los transeúntes. No es un acto reflexivo, sino más bien una reacción de un mecanismo adiestrado: El turismo es beneficio para todos nosotros”, “Somos así”, “Tenerife amable”, “Nuestra  riqueza depende del turismo” son los lemas  vigentes por estos días. ¿Quien se puede oponer a esta argumentación? Tal vez sea más sencillo tener máquinas amables que carteles inertes. El “recepcionista” intenta ser un prototipo de amabilidad  en la era del turismo de masas.  Un arquetipo, un estudio tecnológico-científico,  que deja ver su mecánica y su composición electrónica. A posteriori se podría realizar una serie de “recepcionistas” para ser instalados en cada hotel, cada aeropuerto, cada recepción donde haya menester, multiplicándose en los diferentes lugares públicos. Las unidades responden las 24 horas del día de forma automática a través de sus mecanismos sensores, máquinas de constante bienvenida.